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“Se pueden producir 2 millones más como se pretende con reglas claras y comercialización abierta"

La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y la Pampa (Carbap) rechazó la reapertura parcial de las exportaciones de carnes que, entre otras medidas anunció el gobierno nacional para contener los aumentos de precios de ese producto.

Por tal motivo, Radio del Centro se puso en contacto con Horacio Salaverry, el Presidente de la Comisión Directiva de Carbap.

El máximo titular de la entidad, con respecto al cierre de exportación de carne, señaló: “El único perjudicado fue el productor y básicamente aquel que vende la categoría vaca que perdió el 22 por ciento de su valor y empleados de la industria cárnica teniendo en cuenta que cayó el trabajo debido a la escasez en la producción que produce el cierre de las exportaciones”.

“No ganó nadie y perdió el país”, definió Salaverry, y afirmó: “El consumidor que supuestamente iba a resultar beneficiado de alguna se perjudicó también porque algunos cortes incrementaron su valor”.

“La actual medida del gobierno fue también aplicada entre 2006 y 2012 oportunidad en la que fracasó, por lo tanto nada hacer pensar que el tomarse ahora el mismo procedimiento vaya a arrojar un mejor resultado. El resultado fue malo en aquella ocasión y será nuevamente malo ahora también”, subrayó.

Asimismo, planteó: “Mientras existan las limitaciones, la exportación estará complicada. Cuando se toman compromisos en el exterior son para cumplirlos. Argentina ya perdió mercados en el exterior como sucedió con el trigo y con la carne hace algunos años atrás”.

“Según informaron algunos frigoríficos exportadores tuvieron que renegociar algunos contratos y hay que ver si termina siendo satisfactorio o no”, mencionó el dirigente ruralista, y esgrimió: “La persona que tiene comprometida una cantidad de carne, de toneladas al exterior (básicamente al mercado chino) no podrá cumplir y si entrega la mitad directamente se convertirá en un proveedor no confiable implicando que el día de mañana no se le renueven los contratos y nuestros países vecinos volverán a ser los beneficiados como Uruguay, Brasil y Paraguay que nos reemplazaron en los mercados perdidos”.

Además, advirtió: “Argentina pueda llegar a perder 1.200 millones de dólares en ingreso de divisas por determinada situación en la que no hubo ningún beneficiado”.

“Los cortes como el vacío, matambre, asado con hueso no se exporta y quedan en nuestro país porque el matambre y vacío no son del gusto de los compradores”, puntualizó, y agregó: “Mientras que, la carne de la vaca no se comercializa internamente en el país porque el consumo argentino no está acostumbrado”.

“El consumo argentino toma un animal mucho más liviano, un novillo liviano, una vaquillona liviana y sin embargo, el consumo asiático es distinto por la clase de preparación que se tiene”, dijo Salavaerry, y explicó: “Los asiáticos son pueblos milenarios y están acostumbrados a una cocción muy distinta a la nuestra que permita consumir esa clase de cortes”.

“Son más de 250 millones de dólares en concepto de rendición y más de 3 mil millones de dólares producto de la exportación que al país mal no le vienen”, exclamó el dirigente.

E indicó: “Si el país no tiene dólares no compra y al no comprar afuera hay mucho material que no llega con sectores que sufren la falta de insumos e incluso padecen hasta las cuestiones médicas”.

“En ocasiones hay posturas que son de carácter ideológicas o políticas que van por arriba de las medidas, por lo tanto hay que dar una señal, como algunos dicen, al sector más duro de la alianza gobernante que promociona esta clase de determinaciones pero personas ven con entusiasmo el cierre de exportación o aumento de retenciones”, apuntó el presidente de CARBAP, y aseveró: “Desde el punto de vista económico las medidas son fallidas porque no tienen ningún tipo de incidencia más en mercadería que en Argentina no se comercializa”.

“Nos citaron a una mesa de diálogo con respecto a un plan ganadero para recuperar o tratar de incentivar la producción de carne. No obstante, podemos estar en una mesa aportando pero nos resulta incoherente pensar en una política de desarrollo de carne cuando se prohíben las ventas”, sostuvo, y consideró: “Si la intención es desarrollar una economía es justamente para que el sector pueda hacer lo propio a través de la comercialización pero ésta se encuentra absolutamente complicada”.

“Hay que corregir las falencias internas, sentarnos en la mesa y analizar, en el caso de la carne, toda la cadena porque tiene un 30 por ciento de impuestos que pagan los consumidores; el 20 por ciento de un salario se lo lleva el estado en impuestos. Cuando se buscan culpables hay que observar toda la cadena”, remarcó.

Además, el dirigente consignó: “Con la perdida de animales que tuvimos a partir de las medidas implementadas entre 2006 y 2012, que se perdieron 11 millones de cabezas, aún no terminamos de recuperar el stock y creció la población”.

“Se pueden producir 2 millones más como se pretende, pero con reglas claras y una comercialización abierta. La carne era una de las economías que venía creciendo y claramente se puede apostar al futuro con la ganadería, asimismo la creación de empleo”, concluyó.




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